Cuántas veces hemos oído a nuestras madres o abuelas decirnos: “Cada hijo me costó una muela”, puede ser verdad pero no va relacionado a la pérdida de calcio de nuestros dientes, pues una vez formados éstos no pueden devolver su contenido de calcio al cuerpo, (el organismo tiene la capacidad de generar el calcio necesario para el bebe).
Lo que sucede es que muchas veces aumenta el número de caries por otros factores:
-Durante el embarazo solemos tener languidez y eso nos hace comer pequeñas cantidades de comida pero más veces en el día, este hábito está relacionado con un riesgo más elevado de contraer caries.
-También los llamados “antojos”, hacen que comamos muchos cítricos que suelen erosionar la superficie del diente, o en horas avanzadas de la noche nos provoca cosas dulces.
-También los vómitos a repetición y el reflujo gástrico, dañan la superficie del esmalte. (Ver informe de “La erosión ácida”)
La inflamación de las encías con sangrado está presente en casi el 80% de las mujeres embarazadas, pues en este tiempo se producen cambios significativos atribuidos a alteraciones hormonales de los estrógenos y progesterona, estas hormonas alteran el ecosistema subgingival favoreciendo el crecimiento de algunos microorganismos en especial de la “prevotella intermedia” que es la causante de la enfermedad periodontal, pues estas hormonas sirven de nutrientes a este microorganismo. La encía se pone de color rojo intenso, con una textura lisa y brillante, y además sangra con facilidad, aparece por lo general desde el segundo mes de embarazo y termina con el nacimiento del niño.
Si es que antes del embarazo ya las encías, estaban enfermas entonces empeorará durante estos meses y se puede llegar a apreciar un aumento de la movilidad de los dientes, que no mejorará al terminar el embarazo, sino que necesitará la mano del especialista.
Es común que la mujer embarazada presente cierto grado de temor hacia los tratamientos odontológicos, pero el embarazo no constituye ninguna contraindicación, es importante en esta etapa tener un mayor cuidado de su salud bucodental.
Es importantísimo aplicar una odontología preventiva, realizando una profilaxis dental idealmente antes del tercer mes de gestación, y así su ODONTOLÓGO haga un buen diagnóstico y le enseñe la técnica adecuada de cepillado para evitar problemas dentales a futuro. (Ver informe “El cuidado de los dientes”) Y poder sonreír abiertamente en esta bella e importante tarea de ser mujer.
¿Cuáles son las alteraciones bucales del embarazo ?
Durante el embarazo se producen grandes cambios en la mujer a todos los niveles: en el aspecto físico, en el químico y en el psicológico.
Esto hace que la cavidad bucal de la embarazada sea más susceptible a padecer gingivitis y caries.
1. Gingivitis
Durante el embarazo se produce un aumento de las hormonas llamadas prolactina y estrógenos las cuales condicionan cambios en las estructuras de todo el organismo y, entre ellas, especialmente en los tejidos de la boca.
Estos tejidos aumentan la irrigación sanguínea y sufren una mayor capacidad inflamatoria ante los irritantes locales externos.
Aumenta así la posibilidad de sufrir ciertas alteraciones como la gingivitis.
La gingivitis: consiste en una inflamación de las encías que aparecen enrojecidas, edematosas, sensibles y con tendencia al sangrado espontáneo o por estímulos pequeños como el masticar o cepillarse los dientes.
Durante el embarazo esta alteración es tan frecuente y específica, que recibe el nombre de gingivitis del embarazo.
Esta es más evidente a partir del tercer mes de embarazo.
Si la mujer padecía previamente gingivitis o enfermedad periodontal, ésta empeora durante el embarazo.
Si la gingivitis no se trata, puede evolucionar hacia enfermedad periodontal con lesión de los tejidos de unión del hueso al diente, pérdida parcial de hueso y riesgo de pérdida de los dientes.
En un pequeño porcentaje se observa un aumento localizado de la encía que recibe el nombre de granuloma, épulis o tumor del embarazo.
2. Caries
La caries también es más frecuente durante el embarazo.
Por ello durante esta época deben seguirse cuidados específicos para conservar la salud bucal.
3. Alimentación
Es fundamental tener una alimentación equilibrada no sólo para evitar las alteraciones bucales sino para la salud general de la madre y la salud y desarrollo de su bebé.
El proceso de formación de los dientes del bebé comienza entre el tercer y el sexto mes de embarazo.
Es importante un aporte adecuado de vitaminas como la vitamina A y la vitamina D y minerales como calcio y fósforo cuyo aporte esencial para la formación de los huesos y los dientes del futuro bebé
Las proteínas de calidad que aportan la carne, el pescado, los huevos y la leche son imprescindibles como material de construcción de todos los órganos del bebé.
Es importante también un adecuado aporte de hidratos de carbono pero hemos de distinguir entre los hidratos de carbono complejos y los simples.
Son preferibles los llamados hidratos complejos, como el pan, las pastas, el arroz, etc.
Estos son la principal fuente de energía de liberación lenta y son necesarios para un adecuado equilibrio nutricional y para el desarrollo del bebé.
Los hidratos de carbono simples o refinados son más cariogénicos que los complejos y pertenecen a este grupo el azúcar, y los alimentos dulces como los caramelos, los pasteles, la repostería, etc., los cuales tienen un gran potencial de producción de caries, por lo que deben evitarse.
Durante el embarazo aumenta la apetencia por estos productos de modo que si la futura mamá los toma entre horas es aconsejable que se cepille los dientes después.
4. Higiene bucal
Es necesario en esta etapa del embarazo extremar los cuidados dentales.
Las alteraciones bucales propias del embarazo, aunque frecuentes, no son inevitables y pueden prevenirse realizando una adecuada higiene dental con un cepillado después de las comidas y usando la seda dental.
Una limpieza cuidadosa eliminará la placa bacteriana que es la causante de la caries dental y de la gingivitis.
Es preferible usar un dentífrico que contenga flúor, que es antibacteriano y refuerza el esmalte dental.
5. Visitas al odontólogo
Lo ideal es comenzar el embarazo con una boca sana, sin caries ni otros problemas como gingivitis, sarro, flemones, etc. ya que estas patologías no sólo afectan a la salud de la madre, sino también a la del hijo.
Es aconsejable realizar visitas periódicas al odontólogo, que podrá efectuar los tratamientos oportunos y detectar y prevenir cualquier alteración para que la salud bucal sea la óptima.
Si no se ha acudido antes, las revisiones dentales pueden hacerse sin problema durante el embarazo. Pueden realizarse algunas intervenciones odontológicas ya que existen ciertos fármacos y anestésicos que pueden usarse durante el embarazo.
Pero los tratamientos que no sean de máxima urgencia deben posponerse para después del primer trimestre.
En la última mitad del tercer trimestre también es aconsejable evitar las intervenciones odontológicas.
“Si no se tiene el hábito de acudir al odontólogo cada seis meses este es un buen momento para comenzar a hacerlo.”